Cultivo

I Generalidades del Cultivo.

1.1. Origen. El género Arachis tiene su origen durante la Edad Terciaria Media en lo que hoy es la región sur del Amazonas, que abarca parte de Brasil, Bolivia, Paraguay, Uruguay y el Norte de Argentina. Actualmente se conocen unas 70 a 80 especies, pero es la Hipogaea la de mayor importancia mundial.

Antes de la llegada de los españoles ya se cultivaba en Brasil, Perú y otras regiones suramericanas, constituyendo uno de los principales alimentos de los indígenas (Zumbado 1986). Posteriormente, los españoles lo llevaron a Filipinas y de ahí se extendió a China y Madagascar. Los portugueses por su parte, lo llevaron a las costas occidentales de Africa (Monge 1981).

1.2. Descripción botánica. El maní o cacahuete, es una leguminosa anual de unos 30 a 60 cm de altura, tallo muy ramificado, de crecimiento ascendente cuyas ramas pueden crecer erectas o rastreras. Las hojas son ovaladas o elípticas formadas de cuatro foliolos (Gispert 1983). Posee una raíz pivotante que puede alcanzar más de un metro de profundidad (Doorenbos et al, 1979) y con numerosas raíces secundarias ramificadas principalmente en los primeros 60cm de suelo, que conforman un sistema radical de amplio campo de absorción (Monge 1981). Las flores pueden ser amarillas o anaranjadas, en inflorescencias de ocho que salen de las axilas de las hojas. Son hermafroditas, con alrededor de un 98% de autopolinizacion (Schoplocher, 1963), ya que la fecundación es nocturna y se produce antes de la apertura floral (Gillier y Silvestre 1970). Una vez fecundada la flor, se inicia el desarrollo del ginóforo, órgano portador del ovario, que crece en dirección al suelo debido a su geotropismo positivo de manera que llega a profundizar en tierra entre 2 y 8 cm. Según Gispert 1984, también se pueden producir flores subterráneas fértiles que llegan a desarrollar frutos.

Shibuya (sf), citado por Giller 1970, dice que los frutos sólo pueden desarrollarse en la oscuridad. Este, es una vaina de cáscara coriácea, que puede contener de una a seis semillas, ricas en aceite y proteínas envueltas en tegumentos delgados de color rosado o amarillento. (Monge 1981, Gispert 1983).

1.3. Aspectos Agronómicos.
1.3.1. Estados de desarrollo: La duración del ciclo vegetativo difiere según la variedad utilizada y la temperatura: para temperaturas más o menos constantes, como las que se pueden presentar en zonas tropicales, y para aquellas variedades que son de porte rastrero, la duración del ciclo de vida puede ser entre 170 y 180 días, considerado como el ciclo largo (González 1984); o bien un ciclo intermedio con duración de 120 a 140 días (Doorenbos 1979). Para las variedades de porte erecto, el ciclo es corto, entre 80 y menos de 120 días. (Guillier y Silvestre 1970).

En términos generales, se puede decir que las principales fases fenológicas del ciclo son: germinación, desarrollo vegetativo o prefloración, floración o fuerte floración, formación y desarrollo del fruto y maduración.

1.3.2. Siembra: Puede ser mecanizada o manual. La primera se realiza preferiblemente sobre terreno plano y la segunda se hace sobre hileras de 1.2 a 1.3 m de ancho, 0.2 a 0.3 m de alto, dejando surcos de 0.2 a 0.3 m. Se recomienda una distancia entre plantas de 0.1 a 0.2 m, distribuidos en una o dos hileras según la variedad. La densidad de siembra puede ser entre 125 000 a 139 000 plantas por hectárea (Casta eda y Soto 1987).

1.3.3. Fertilización: Aunque el maní es una leguminosa y por lo tanto posee la facultad de incorporar nitrógeno atmosférico al suelo, se recomienda aplicar de 10 a 20 Kg de nitrógeno por hectárea para el establecimiento. Pueden usarse fórmulas altas en fósforo ya que sus necesidades son de 15 a 40 kg/Ha. Una aplicación fuerte de potasio puede causar disminución del rendimiento (Doorenbos et al 1970).

1.3.4. Prácticas culturales: Al momento del alongamiento del ginóforo y su penetración al suelo, se recomienda aporcar, para facilitar la entrada.(Monge 1981)

El combate de malas hierbas es necesario para evitar reducciones en el rendimiento causadas por disminuciones en el Indice de Area Foliar y en el Indice de Asimilación Neta, tal y como lo demostró Castañeda y Soto 1987. Según los autores, el período crítico de competencia de malezas para la variedad Floruner, se sitúa entre los 30 y 60 días después de la siembra.

1.3.5. Cosecha: Se realiza con un 70 a 90% de madurez del lote. Primero se realiza la "arranca", dejando las plantas expuestas al sol por unos 5 a 15 días para que la cápsula pierda humedad (se recomienda entre un 10 a 12 %). Luego se cosechan las vainas mecánica o manualmente (Zumbado 1986, González 1984).

II Importancia del Cultivo

2.1. Variedades. Básicamente, hay tres grupos:
2.1.1. Grupo Virginia: Crecimiento rastrero, ciclo de cultivo largo (180 días), grano grande.
2.1.2. Grupo Español: Crecimiento erecto, ciclo de cultivo intermedio (120 días), granos mediano, 2 o 3 granos por vaina.
2.1.3. Grupo Valencia: Crecimiento erecto, ciclo de cultivo corto (90 días), grano pequeño, 2 a 6 granos por vaina.

El uso de variedades de cada grupo, va a depender en mucho, al tipo de producto final que exige el mercado.